Si sigues leyendo esto es porque en el fondo de estas palabras quieres encontrar confort, escucha, protección y cuidado. Supones que a lo mejor es algo difícil pero ya has hecho el primer paso. Te has acercado un poco más al comienzo de algo diferente y, aunque ahora lo veas lejano, no es imposible del todo.
Cuando sufres maltrato o has tenido algún tipo de abuso es normal que hayas querido mantener el anonimato, protegerte de la vergüenza e incluso callarte por miedo o amenazas. A pesar de esto, sabes de algún modo que mantener el secreto o estar sola/o no te está ayudando, sino todo lo contrario; te genera un malestar que se repercute no solo en tu vida más íntima sino también en las esferas de lo cotidiano.