En la sociedad española, el modelo de familia convencional lo conforman dos adultos que tienen uno o más hijos en común. Sin embargo, desde principios del siglo XXI, los modelos familiares tradicionales han adoptado nuevas estructuras en la organización familiar y eso ha dado lugar a modelos de familias reconstituidas.
Las familias reconstruidas - cuyo término proviene de la traducción inglesa de “Stepfamily” y conocidas en Argentina como “familias ensambladas o amalgamadas”- también se conforman por dos adultos pero en este caso los hijos son procreados en relaciones maritales anteriores de uno o ambos cónyuges. A continuación, diferenciaremos los cuatro tipos de familias reconstituidas existentes: familias resultantes de un divorcio, en la que uno de los cónyuges tiene hijos previos; familias resultantes de un divorcio, en la que los dos adultos que forman la pareja tienen hijos previos (modelo de mayor complejidad); divorciado/a con hijos y cuyo ex esposo/a vuelve a emparejarse; y por la muerte de uno de los cónyuges: el padre viudo o la madre viuda vuelven a emparejarse y aparecen las figuras de padrastro o madrastra (modelo de familia reconstruida más conocido).
Por lo tanto, la nueva organización familiar posee una estructura y unas dinámicas propias, diferentes a las de las familias convencionales:
- Nacen de una pérdida. Las familias reconstituidas tienen dos puntos de partida que pueden ser el fallecimiento de uno de los cónyuges o el divorcio en el matrimonio anterior. En ambas situaciones, los miembros de la familia experimentan un periodo de transición en el que deben hacer frente a la elaboración del duelo por la pérdida de una relación familiar primaria.
- Incongruencia en los ciclos individuales, conyugales, familiares y vitales. Algunos de estos ejemplos podrían ser: la formación de una pareja se crea cuando uno de los hijos está en la etapa adolescente, uno de los cónyuges no tiene hijos y repentinamente se encuentra ejerciendo un rol parental, incluso antes de haber establecido un vínculo emocional.
- Las relaciones paterno-filiales se forman previamente a la marital. Las relaciones son estrechas en la familia biológica y se pueden crear conflictos de lealtades, como mínimo al inicio. La reconstitución es un acontecimiento estresante que experimentan tanto los adultos como los hijos y que se ve comprendido por muchos de los siguientes cambios: la complejidad de la familia, la acomodación a nuevos miembros en el hogar, la ambigüedad de los roles y la exigencia de practicar nuevas rutinas y actividades.
- La ampliación de la familia extensa. Las familias se multiplican, manteniéndose presente la co-parentalidad con la familia política de una ex-pareja y apareciendo nuevas figuras (abuelastros, tiastros, hijastros).
- Baja complicidad entre padrastros e hijastros.
- Conflictividad y tendencia a coaliciones.
- Disminución de la expresividad emocional.
- Baja capacidad para la resolución de conflictos.
- Debilitación de las relaciones maritales.
- Aceptación de la pérdida y resolución del proceso de duelo.
- Ajustar las necesidades evolutivas diversas.
- Definir nuevos hábitos familias, aceptando costumbres culturales de la familia ya instauradas.
- Fomentar un vínculo sólido en la pareja y consolidar una alianza fuerte.
- Configurar nuevas relaciones familiares respetando los tiempos y necesidades individuales.