Tengo la satisfacción de presentar una nueva colaboración con el centro EINES de Granollers. Para hacerlo, no he encontrado mejor forma que compartir la conversación que tuvimos con Mar Martínez, su directora. Además de ser una entrañable amiga, Mar es también un referente profesional de mi experiencia en Catalunya. He podido trabajar con ella en diferentes ámbitos, tanto públicos como privados y siempre he disfrutado de la posibilidad de aprender a su lado. En su caso, el trato profesional se mezcla con su calidez y atención por lo importante: las personas.
Ramón: ¿Cómo surgió la idea de crear el centro Eines – Espai psicològic?
Mar: Cuando acabé mi formación básica como psicóloga (me refiero a la licenciatura, porque tú bien sabes que la formación nunca acaba, continuamente estamos aprendiendo y formándonos en múltiples campos). Yo ya sabía que mi vocación estaba en el mundo infantil, y me decidí a cursar el CAP (Certificado de Aptitud Pedagógica). Pude ver el funcionamiento de la escuela “desde dentro”, como profesional de la educación y en contacto directo con el alumno. Ello me abrió las puertas a trabajar en el ámbito de las Necesidades Educativas Especiales (NEE) y la atención a la diversidad, tanto en escuelas como en clínicas privadas de psicología o centros psicopedagógicos.
Como sucede habitualmente, la práctica profesional lleva a darte cuenta de que las cosas no son nunca simples ni estancas, lo educativo influye en lo emocional, lo emocional en lo psicológico, lo psicológico en lo educativo, etc. Así que decidí formarme también en terapia familiar sistémica, para poder trabajar de manera más global con mis usuarios/alumnos/clientes. Los resultados fueron buenos, y poco a poco, mi trayectoria profesional fue derivando hacia el ámbito de la psicoterapia.
Entonces, también a mí me ocurrió el que “se me mezclaran los contextos”: fui madre. La experiencia (además de genial) me hizo volver a los orígenes y decidir criar a mi hijo sin las prisas de las “idas y venidas” de un sitio a otro (solía trabajar en Barcelona, pero vivo en el Vallés Oriental). Lo mejor era centrarse en el territorio: el Vallés Oriental, una zona preciosa y tranquila, pero también dinámica, con Granollers como centro neurálgico. Podía ofrecer todo lo que yo sabía (mi vocación educativa, mi orientación terapéutica, mi experiencia clínica, mi afinidad con las familias...), y todo ello se podía ubicar en un mismo espacio: EINES – Espai psicològic i psicopedagògic. Así surgió el centro, que pese a ser joven, día a día sigue creciendo.
R: ¿Qué lo diferencia de otros centros? ¿En que se especializa?
M: En EINES estamos especializados en psicoterapia (individual y familiar) y en apoyo psicopedagógico.
Nos diferenciamos en nuestra orientación: trabajamos desde la perspectiva sistémica y constructivista. En la práctica clínica (la terapia) se ve rápidamente: aunque la demanda de la persona que nos consulta sea individual, en el tratamiento tenemos en cuenta todos los contextos significativos para esa persona, pues de poco sirve saber interpretar muy bien un malestar personal si no se modifican las interacciones disfuncionales que retroalimentan dicho malestar. En ocasiones es necesario realizar terapia familiar, pero en otras, se puede trabajar individualmente (siempre teniendo en cuenta las relaciones familiares/escolares/laborales... en definitiva, todas aquellas que puedan estar interfiriendo en el bienestar de la persona).
El área psicopedagógica engloba las reeducaciones de los trastornos del aprendizaje (dislexia, TANV, TDAH, lecto-escritura, discalculias, disortografías, etc.), el aprendizaje de técnicas de estudio y las sesiones de divulgación para familias sobre temas educativos que se ofrecen periódicamente. En esta área, el constructivismo es básico: partimos desde lo que el alumno nos trae, le enseñamos a compensar sus déficits, a la vez que potenciamos sus puntos fuertes. No somos un centro más que ofrece reeducaciones o apoyo extraescolar. Nosotros ofrecemos tratamientos individualizados, adecuados a las necesidades de cada alumno, adaptándonos a su nivel y coordinándonos con la escuela.
R: Cuéntanos un poquito de ti, de tu trayectoria, ¿qué te gusta de la psicología?
M: Pienso que me he retratado bastante en la primera pregunta, pero puedo añadir que una de las cosas que más me gustan de mi profesión es que el trato directo con la gente te proporciona gratas sorpresas muy a menudo. Me refiero sobretodo a esos momentos en los que ves que las personas son mucho más de lo que aparentan, que tienen más recursos de los que ellos creen, y que los estereotipos “saltan por los aires” (estoy pensando en papás “cuidadores”, en niños etiquetados de difíciles que demuestran una gran sensibilidad, en alumnos con dificultades de aprendizaje que obtienen logros impensables para muchos...).
Y luego, claro, la famosa “resiliencia”, ese proceso por el cual las personas son capaces de sobreponerse a situaciones dificilísimas, y tras un periodo complicado aún saben disfrutar de la vida. ¡Te llevan a pensar si tú mismo (el psicólogo, el profesional) serías capaz de hacerlo en sus circunstancias!
R: ¿Cuál es el motivo por el que más te consultan? ¿Qué les recomendarías a esas personas que aún no han podido ir a tu consulta pero tienen algo similar?
Una de las consultas más frecuentes es sobre niños/as o chicos/as cuyos resultados académicos no concuerdan con sus capacidades o su dedicación. La familia trae un mensaje del tipo: “con el rato que se pasa estudiando...” o “los profesores dicen que es inteligente, pero sus notas son justas”.
En esos casos, hay que definir bien cuál es la causa de esa discordancia y actuar en consecuencia. En primer lugar: ¿pasa mucho tiempo delante del libro pero no utiliza las estrategias adecuadas al estudiar? Parecerá increíble pero es cierto: la mayoría de los alumnos que acuden a EINES, cuando les preguntas “¿Cómo estudias?” te responden: “Leo del libro”. Y ya. Si el examen va a ser escrito, ¿por qué no practicar escribiendo? En este caso, lo más recomendable serían las sesiones de técnicas de estudio. Cuando empiezan, los mismos alumnos piden a sus padres continuar, porque ven que sus resultados mejoran notablemente.
También puede ser que el bajo rendimiento se deba a una dificultad concreta o a un trastorno del aprendizaje. En estos casos, normalmente los profesores o maestros ya se han percatado de algunas dificultades, y recomiendan a los padres que se haga una evaluación psicopedagógica. En otros casos, son los mismos padres quiénes acuden al EINES con esa demanda. En cualquier caso, para poder diagnosticar un trastorno del aprendizaje, la evaluación tiene que ser llevada a cabo por un profesional de la psicología o la psicopedagogía (especializado en el ámbito), y tiene que comprender el uso de test validados estadísticamente, una observación profesional y tener en cuenta también datos sobre el ámbito escolar y familiar. Así que, en caso de duda, siempre es mejor acudir a un especialista, ya que cuanto antes se detecte, antes se podrá poner remedio.
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El apoyo psicológico desde la cercanía: EINES – Espai psicològic
Entrevistamos a Mar Martínez, directora de EINES – Espai psicològic y colaboradora de CEPFAMI.