El bullying y la discriminación en las aulas

Hoy en día es muy difícil no aceptar que las diferentes orientaciones sexuales son un punto importante en lo que se refiere a la discriminación dentro de las aulas. En esta noticia, publicada en el  Huffington Post aparecen datos de una investigación que pone en evidencia lo que está sucediendo en las aulas del país. Dependiendo del aumento gradual que hagamos del tema, podremos reflexionar con mayor o menor profundidad sobre algo que afecta a miles de jóvenes en España y también aquí en Barcelona. No cabe la menor duda que muchas de las leyes promulgadas a favor de la igualdad han ayudado mucho. Sin embargo, la madurez de una sociedad depende de muchos otros factores que influyen a la hora de producir cambios profundos. El peso de la cultura es importante, así como el desarrollo de la comunidad frente al tema de la diversidad sexual y afectiva. Un caldo de cultivo muy observable es lo que sucede en los institutos y escuelas, ya que allí es donde se teje el futuro de esa madurez necesaria para evitar que se llegue al drama que supone vivir ante la discriminación. En la investigación a la que hace referencia el artículo, el 90% del alumnado ejerce algún tipo de discriminación en una o más variables sobre las personas homosexuales o las familias homoparentales, etc. La realidad es muy cruda como para quedarnos con los brazos cruzados. Los colegios no tienen programas de prevención sobre este tema y muchos de los protocolos establecidos son dirigidos y únicamente se ponen en marcha cuando salta una alarma. Cuando esto ocurre, normalmente ya es demasiado tarde. Esto no es suficiente pues como vimos en el post anterior sobre bullying, el hostigamiento continuo puede llevar a situaciones fatales que nadie quiere encontrarse. Además, el drama de este colectivo LGBT tiene doble posibilidad de riesgo, ya que los que actualmente se encuentran en situación de secretismo o intención de ocultarse - un 76% -  dice que no se abren a su familia ya que tienen miedo al rechazo por parte de ésta. De esta forma, dentro de los dos escenarios más cotidianos de los jóvenes – familia y colegio- están sometidos a una presión dañina que no les permite expresarse y desarrollarse como realmente son. Algunos sobrevivientes comentan el infierno que supuso salir de esa presión, muchos de ellos teniendo que aguantar situaciones de máxima humillación, por lo que muchas secuelas del trauma siguen existiendo hasta hoy en estas personas. Poner guías prácticas al servicio de los progenitores es importante para poder informar y saber llegar a la problemática sin que esto suponga un obstáculo. Esto es simplemente presentar una puerta, la posibilidad de que las personas puedan acceder a este tipo de ayuda, que puedan escoger y sepan a donde ir para buscarla. La noticia concluye de manera contundente y así lo subscribimos: “Pues bien, a la vista de estas cifras, la conclusión es clara: resulta imperioso educar en el respeto a la diversidad afectivo-sexual, sobre todo, aunque no sólo, a los agentes que más influencia tienen en la educación de nuestros adolescentes y jóvenes. Los poderes públicos deberían dotar de las herramientas necesarias a los docentes para generar un clima de convivencia igualitario en los centros educativos, desmitificando las percepciones erróneas que los más jóvenes tienen ante la comunidad LGTB. De igual modo, sería importante realizar campañas dirigidas a las familias en las que se pusiera de manifiesto que el adolescente o joven con una orientación sexual diferente a la heterosexual necesita el apoyo de los más cercanos para poder desarrollar su sexualidad (parte intrínseca de su personalidad) con total normalidad.” Si quieres sabes más sobre nuestro trabajo con la comunidad LGBT pulsa aquí.