¿Por qué los peques están inquietos estos días?
Principalmente porque nosotros, los adultos responsables de su entorno, lo estamos. Nos encontramos en una situación que rompe por completo nuestro esquema vital, nuestras rutinas han sido perturbadas por una causa de fuerza mayor y que se escapa de nuestro control. Esto conlleva un reajuste, y por lo tanto, un período de adaptación con una experiencia más o menos estresante, que condiciona nuestro comportamiento y nuestras relaciones. Y los más pequeños se encuentran en una etapa donde el aprendizaje y la curiosidad están en su máximo esplendor, observan todo su alrededor con sed de conocimiento, y aprenden de nosotros por imitación a cómo enfrentarse al mundo. Ellos notan que algo extraño está ocurriendo, de repente se prohíben cosas que antes estaban permitidas, y su mente no está lo suficiente desarrollada para comprender esta realidad alternativa.
¿Qué actividades recomendarías que los padres realizaran con sus hijos? ¿Por qué?
El juego, dedicar tiempo estos días para jugar con ellos e interesarse por su mundo hará que perciban este confinamiento como una oportunidad positiva para pasar más tiempo con las personas que ellos más quieren y admiran; además de darnos a nosotros la oportunidad de disfrutar con ellos y volver a conectar con nuestro niño interior.
También actividades que reporten un producto tangible como puede ser cocinar algo sencillo para comer en familia, pintar un cuadro y colgarlo en la casa, aprender un baile etc. Este tipo de actividades además de estimulantes, producen una sensación de satisfacción productiva, algo de lo que sentirse orgullosos, y contra resta la posible sensación previa de estar perdiendo el tiempo o con la imposibilidad de hacer. Cualquier actividad que promocione creatividad tendrá un efecto positivo, tanto en los pequeños como en los no tan pequeños.
¿Es bueno que los niños establezcan horarios en sus rutinas diarias?
Definitivamente sí, pero sin que estos se conviertan en normas inquebrantables, debemos recordar que no nos encontramos en una situación convencional, y como tal, tiene un efecto en el bienestar mental y corporal. Los niños tienen una mayor necesidad de movimiento, de desgaste de energía y habrá momentos o días en lo que el espacio del que disponen no sea suficiente para ellos, esto puede verse reflejado en su estado de ánimo o ganas de hacer cosas, se debe respetar este momento y con calma quizás cambiar alguna actividad del horario más acorde al momento en el que el niño se encuentra.
¿Qué hacemos cuando necesitamos un ratito para nosotros?
Lo primero quitarnos el sentimiento de culpabilidad, es totalmente normal necesitar un momento para estar con uno mismo y sano el darnos la posibilidad de tenerlo. Incluso los niños lo necesitan, los excesos no son buenos, incluso el estar todo el tiempo encima de ellos; dejarles jugar solos, proponerles algún reto (fichas, actividad…) o ponerles una película que les guste; y que mientras ellos están entretenidos tú respires con tranquilidad, es una gran idea.
¿Cómo puede afectar esta convivencia excepcional de los padres con los hijos pequeños? ¿Y no tan pequeños?
Ante la anti-naturalidad de la situación de confinamiento pues a los niños se les imposibilita el salir a la calle y correr, jugar y saltar. Los niños muestran su malestar de la forma más sencilla para ellos, en este caso es la conducta. Aumenta la probabilidad de una desregulación personal que se desarrolla a través de: desobediencia, rabietas, ansiedad, dificultad para llevar a cabo tareas habituales …
Es frecuente que los padres se sientan desbordados y pierdan el control con facilidad, presentando dificultades para el manejo de situaciones conflictivas creadas por los hijos al no estar acostumbrados a pasar con ellos tanto tiempo.
La recomendación es una regulación de ellos mismos primero, buscar tiempo y espacio, apoyo profesional (actualmente en formato online) y tomar conciencia de que al estar ellos más tranquilos y equilibrados, pueden ofrecer una mejor gestión de las situaciones de conflicto.
¿Qué problemas psicológicos puede provocar el confinamiento en los niños?
Sabemos que el aislamiento puede tener efectos en la salud emocional y el desarrollo cognitivo; sin embargo, debido a que nos encontramos en una situación completamente nueva, no existen estudios sobre los efectos del confinamiento en un país entero, sobre todo durante tantos días.
Se ha visto que la falta de estimulación y cariño tienen consecuencias en niños que estuvieron en internados, pero, en este caso es diferente, la mayoría están con sus padres. Por eso no se anticipa que los efectos que pueda acarrear el confinamiento vayan a ser dramáticos.
Consejos para mejorar la convivencia en casa estas semanas
- Evitar ver noticias durante todo el día, elegir un momento del día para ello (solo fuentes fiables) y el resto dedicar el tiempo a otras cosas.
- Crear rutinas para toda la familia, permite una mejor estructuración interna y externa.
- Actividades diarias de diferentes: educativas, laborales, cuidado personal, cuidado físico y emocional.
- Dividir tareas para llevarlas a cabo sin solaparse con los demás.
- Dividir la casa creando rincones para las diferentes actividades, esto permite no caer en el malestar de estar siempre en el mismo lugar.
- Buscar momentos del día para el disfrute personal.
- Procurar llevar una comunicación saludable (respeto).
- Comer sano, ya que nos ayudará a estar de mejor humor y más activos, y descansar bien.
- Hacer las comidas y cenas juntos, aprovechar y disfrutar de este tiempo para conocernos mejor.
- Seguir en contacto con personas externas vía online (familiares, amigos…)
