Esta es quizás una de las preguntas más comunes cuando alguien está evaluando la idea de visitar al psicólogo. Cuando pensamos en acudir a un profesional de la salud, es lógico que conectemos esto con la idea de un proceso de curación. Sin embargo, ¿sirve esto también para el psicólogo? En psicología, la palabra curar adquiere una connotación muy distinta en relación a otras ciencias, ya que esto implicaría volver al estado anterior a la enfermedad, una vez que se ha reparado lo dañado; mientras que para la psicología, la acción de curar supone más bien un proceso de evolución. Se trata por tanto de dar pasos hacia adelante y no de volver a estadios anteriores. La cara siempre hacia el futuro.
Elaboremos esto un poco más: en psicología, la palabra clave es cambio. Si entendemos el cambio como pasar de un estado a otro, se debe asumir esto como una transición que puede ser muchas veces algo violenta o radical. Cambiamos suposiciones, creencias, verdades absolutas, estados mentales anteriores…El proceso de cambio sirve entonces para sentar nuevos paradigmas, es decir, la forma en la que unas ideas sirven de modelo o ejemplo de lo que pensamos. El trabajo de cambiar supone un esfuerzo y un desafío muy importante, tanto que muchas veces no somos conscientes de lo importante que puede llegar a ser para nuestras vidas.
Como humanos, crecemos fuertemente ligados a nuestro entorno. Esto hace que los cambios que experimentamos, desde niños y como adultos, nos afecten mental y emocionalmente. Dichos cambios puede ser para bien o para mal, algo que debería asumirse con toda la naturalidad posible. Cuando las cosas no salen como queremos, la salida lógica parecería intentar cosas nuevas hasta que algo funciona. El problema es que esta lógica no siempre es tan evidente, especialmente cuando los intentos de encontrar soluciones se suceden unos tras otros. Parecería entonces que estos intentos están siendo parte del problema y es necesario dar un giro a las posibilidades. Esta es la oportunidad de tomar distancia, especialmente cuando se sufre intentando solucionar lo que nos pasa. Esta es la hora de buscar ayuda y acudir al psicólogo puede suponer precisamente una nueva posibilidad.
Es por esto que como psicólogo, insisto en la idea de que facilitamos transiciones más que ofrecer una cura. Lo que hacemos es provocar y facilitar la transición para que el cambio se produzca finalmente. Intentamos seducir genuinamente para que las personas enfrenten el miedo que puede producir atravesar por dicho cambio y que sean capaces por tanto de avanzar. Lo que hacemos por tanto es procurar un estado nuevo sí, un estado que nos coloca adelante de los problemas, en una situación nueva y distinta de la anterior. Ir al psicólogo implica cambiar más que curarse, implica aprender y asumir un estado nuevo.
J. Ramón Carrillo
¿Ir al psicólogo sirve para curarse?
Cuando pensamos en acudir a un profesional de la salud, es lógico que conectemos esto con la idea de un proceso de curación. Sin embargo, ¿sirve esto también para el psicólogo?