¿Por qué necesitamos un día mundial de la salud mental?

La salud mental tendríamos que medirla como la temperatura, porque como un termómetro, va variando de nivel a lo largo de la vida

Sería buena idea medir la salud mental del mismo modo que medimos la temperatura, ya que al igual que un termómetro, esta va variando de nivel a lo largo de la vida. Nuestra salud mental se puede ver alterada cuando estamos viviendo situaciones estresantes a las que nos cuesta hacer frente. Nuestra mente activa sus alarmas a través de síntomas (como el insomnio, la ansiedad) que nos avisan de que estamos ante una amenaza. De esta forma la mente nos reclama atención y cuidados. La salud mental es una conquista continua. La vida nos lleva a enfrentarnos a acontecimientos y emociones que nos desestabilizan y nos obligan a buscar un nuevo equilibrio, un acontecimiento puede generarnos estrés tanto si es deseado (como el nacimiento de un hijo o una promoción laboral), como si no lo es (la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o una decepción). ¿Por qué un día dedicado a la salud mental? Según la OMS, 1 de cada 4 personas tendrá algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Todos tenemos a alguien a quien queremos que ha tenido, tiene o tendrá un problema de salud mental. Este año la jornada se centra en la integración laboral de las personas con problemas de salud mental y pone énfasis en la figura del empresario que debe romper las barreras de la empleabilidad. De igual forma, se busca resaltar como personas con un problema de salud mental que acceden al mundo laboral, muchas veces lo hacen ocultando su problema para protegerse del estigma. La discriminación es la principal fuente de malestar de las personas con una problemática de salud mental, a menudo sentirse excluido genera más malestar que los propios síntomas. Esto puede resultar en que la persona se autoexcluya e incluso lo oculte a tal punto de no tratarse. La discriminación está presente a diario en varios aspectos de la vida de las personas con una problemática de salud mental: tienen obstáculos para encontrar trabajo, para rendir académicamente, les falta apoyo social y familiar, tienen dificultades para acceder a la vivienda, es más frecuente que sean victimizadas física y sexualmente, les está restringida la participación en actos políticos y civiles, así como el acceso a atención sanitaria y social. Falsas creencias El origen de la discriminación está en las falsas creencias acerca de las personas con problemas de salud mental. Éstas pueden llevar a reaccionar con prejuicios, miedo, rechazo, desconfianza y exclusión. Algunas falsas creencias relacionan los problemas de salud mental con:
  1. Peligrosidad, violencia, la incompetencia e incapacidad para desarrollar tareas básicas de la vida, dificultad de relación y carencia de control.
  2. Pereza, debilidad, inteligencia baja, incapacidad de tomar decisiones.
¿Cómo podemos luchar contra el estigma? Algunas acciones que podemos llevar a cabo para que el estigma de la enfermedad mental se desvanezca son: 
  1. INFORMARNOS: Infórmate sobre lo que hay de cierto en las ideas preconcebidas y mitos.
  2. RELACIONARNOS: Escucha a personas del colectivo relatar sus experiencias. Fíjate en lo que tenemos en común, cada persona tiene múltiples facetas, cualidades y características, no atiendas solo a su diagnóstico, dificultades y carencias.
  3. Participa en proyectos compartidos que permitan una aproximación personal, cooperando con objetivos comunes y en igualdad de condiciones.
  4. Genera oportunidades para que las actitudes y comportamientos hacia estas personas cambien y no se basen en relaciones discriminatorias.
  5. PROTESTAR: Lee críticamente la información que se publica en los medios de comunicación. Los medios de comunicación tienden al sensacionalismo y a reforzar las ideas de violencia o excentricidad vinculada a la salud mental.
  6. Denuncia las situaciones de injusticia que viven las personas con problemas de salud mental y ayuda a cambiar la percepción de la población sobre los mismos.
Teniendo presente estos puntos ayudamos a normalizar una problemática presente en una proporción muy alta de personas de la sociedad, permitimos que se destapen máscaras y aliviamos sufrimiento recordando que las personas no son culpables de sus síntomas. Todos somos susceptibles de tener un problema de salud mental. Olga Pucurull Fuentes para información: Dossiers del Tercer Sector Estrategias de lucha contra el estigma en salud mental núm. 26 / mayo de 2013

Obertament

OMS | Organización Mundial de la Salud

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