En nuestro centro tenemos muy en cuenta que para solucionar los problemas de las personas que acuden a consulta, no nos debemos centrar solamente en el individuo, sino que también debemos tener en cuenta las relaciones que establece este con los demás, y con el mundo que le rodea.
Normalmente, cuando uno de los miembros de la familia tiene un problema, éste afecta a todo el conjunto de personas que la forman. Del mismo modo, si conseguimos que un miembro del sistema familiar cambie, por consecuencia, se provoca un cambio en el resto de miembros de la familia. Así, tenemos muy presente que todo nos influye para bien o para mal, así como nosotros continuamente estamos influenciando sobre nuestro entorno. Esto es importante para entender cómo abordamos la terapia familiar.
¿Cuáles son los objetivos de la terapia familiar?
Estas sesiones tienen como objetivo corregir cierta dinámica que se ha convertido en la fuente de dificultades, modificando las interacciones entre los miembros de la familia que agravan o perpetúan el problema: se trata de cambios en el sistema familiar de interacción. No siempre tienen que trabajarse problemas relacionados con una patología (depresión, alcoholismo) sino que se trata más bien de patrones relacionales disfuncionales y carencias en los vínculos emocionales que ocasionan un malestar general o la sensación de que la familia se desintegra gradualmente (desinterés, discusiones constantes, mala convivencia…). Es importante que cuando un miembro de un sistema familiar tiene problemas, todos se involucren en el proceso: cuanto más aporten los integrantes de la familia más posibilidades tiene la persona con las dificultades de salir adelante, menor será el tiempo de recuperarse y más segura la ausencia de recaídas.¿Cómo es una terapia familiar?
Es un modelo de terapia estructurado, normalmente las sesiones duran 90 minutos y son quincenales. El marco de la sesión es flexible y auto corregible, se va construyendo a medida para lograr mayor eficacia y eficiencia al resultado. En las primeras sesiones se define el objetivo a alcanzar, éste objetivo debe ser compartido por todos los miembros. Se analizan los intentos de solución y las estrategias puestas en marcha, y se explora el modelo de funcionamiento de la familia. En las segundas fases se prescriben ejercicios y tareas, para que a través de ellos consigan sentir algo de distinto respeto a su situación, y de esa forma les ayude a percibir su realidad de forma más constructiva. En la tercera fase se consolidan los cambios conseguidos, se dotará a los familiares de sus herramientas y, en la última fase se realiza el cierre de la terapia.¿Cuándo se recomienda y qué problemas pueden tratarse?
Se recomienda siempre que se observe que el problema está afectando no sólo a una persona sino también a otras de la familia, es decir, cuando el sufrimiento de un miembro acaba generando malestar a los demás. Motivos frecuentes de consulta:- Problemas en la comunicación familiar.
- Dificultades en el comportamiento de los niños o adolescentes.
- Problemas de salud mental.
- Problemas de pareja.
- Enfermedades en la familia.
- Separación, divorcio y vida con padres putativos (familia adoptiva).
- Violencia doméstica.
- Duelo y pérdida de algún ser querido.
- Desórdenes alimenticios.
- Dificultades relacionadas con el cambio de ciclo vital (envejecimiento, abandono de la casa por parte de los hijos…).
- Dificultad en toma de decisiones importantes.
- Dificultades para establecer límites.