Durante las fiestas de navidad, acostumbra a generarse un punto de encuentro en la unión familiar. Es usual que en estas fechas, la familia se relacione de forma diferente a la habitual debido a que es frecuente que se genere una pausa en la rutina diaria de cada miembro. Esto permite enfocar la atención en la preparación y disfrute de las reuniones familiares.
La pausa de la rutina familiar, no solo implica un cese de las rutinas laborales o escolares, sino que se relaciona también con una pausa en los conflictos o diferencias presentes entre los miembros de la familia. A partir de lo anterior, nos daremos cuenta que sí es posible compartir espacios y disfrutarlos, lo que no significa tapar las dificultades y dejar las responsabilidades a un lado, sino más bien, generar instancias que favorezcan la comunicación, creando poco a poco espacios compartidos en el uso del tiempo libre y que estos pasen a ser parte de nuestra rutina y así, no delegar este espacio solo a las festividades.
Para lograr compartir estos espacios familiares se debe tener en cuenta ciertos aspectos como la influencia del entorno y la etapa de desarrollo que atraviesa cada integrante de la familia; ya que, los gustos, la forma de interactuar y dialogar con un niño/a y/o adolescente es distinta, en especial cuando se conjugan ambas etapas en una misma familia, influyendo en el acuerdo de actividades compartidas a nivel familiar.
A partir de aquí, se debe tener en cuenta que es preciso generar un espacio interesante para todos/as y que esto no sea un impedimento para hacer lo que guste a cada uno. Es fundamental aclarar que no implica pasar todas las horas libres juntos, sino que estimular de igual forma un espacio para que decidan por sí mismos como ocuparlos.
Pero ¿por qué es importante crear espacios de ocio familiar? Entre los beneficios, se encuentran los siguientes:
-Estimula la reflexión y ocupación saludable del tiempo libre
- Desarrollo de la autoestima y la autoconfianza
- Favorece los procesos de socialización e incorporación de valores- Estimula la autonomía personal y los procesos de toma de decisiones
- Promueve el desarrollo de pasatiempos
Por lo tanto no es solo un espacio para disfrutar, sino que también de desarrollo, teniendo en este aspecto un rol fundamental los padres como modelos de comportamiento e imitación y por consiguiente, un rol preventivo. Ejemplo de aquello, son los padres que mantienen pasatiempos que incluyen a la familia, generan mayor probabilidad de hábitos parecidos en sus hijos/as, por consiguiente, el desarrollo de intereses comunes. Esto favorece una mayor adhesión de sus miembros y por lo tanto, formas de comunicación efectiva como se plantea en un principio.
En definitiva, si el tiempo libre es un espacio de desarrollo, encuentro y disfrute familiar, ¿por qué no nos vinculamos de esta forma habitualmente?
Leonor Garay
¿Son solo las fiestas navideñas un espacio para vincularnos con nuestra familia?
La pausa de la rutina familiar, no solo implica un cese de las rutinas laborales o escolares, sino que se relaciona también con una pausa en los conflictos o diferencias presentes entre los miembros de la familia.