Terapia familiar para adolescentes

La adolescencia es un período crucial dentro del proceso general de maduración de las personas. Esto se debe a que esta etapa marca un antes y un después en aquellos aspectos que serán claves en la vida del futuro adulto, es decir el ámbito personal, laboral y sexual.

No es fácil encasillar a alguien que todavía no es un adulto aunque tampoco siga siendo un niño. A pesar de esto, en CEPFAMI hemos decidido otorgarles un espacio dedicado únicamente para ellos y ofrecer un servicio de terapia para adolescentes.  La adolescencia es un período crucial dentro del proceso general de maduración de las personas. Esto se debe a que esta etapa marca un antes y un después en aquellos aspectos que serán claves en la vida del futuro adulto, es decir el ámbito personal, laboral y sexual. En culturas muy distintas, existen rituales que dan sentido a la transición que supone dar el paso desde la niñez hacia la edad adulta. Sin embargo, muchos jóvenes que están experimentando este cambio, no logran llevarlo del todo bien y atraviesan la adolescencia con mucha dificultad e incomodidad. La confusión y los cambios de estado de ánimos son constantes y controlar esto no es fácil ya que se encuentran desentendidos o no entienden muy bien por lo que están pasando. Esto representa un período muy difícil para todos, incluyendo a la familia y a las personas más cercanas. Durante esta etapa, es muy importante ampliar el grado de empatía con los adolescentes e intentar tener el máximo cuidado con la confianza que se logra generar. En esta edad, lo principal para intentar “llegar” al adolescente es la confianza y ser empáticos antes que simpáticos. Es fundamental ser claros y respetuosos con los límites y generar siempre una alianza con lo que se considere importante en su mundo. Muchos de los jóvenes están buscando iniciarse en la edad adulta y para lograr esto intentan impregnarse de una personalidad como referente, ya sea un artista famoso, una estrella de rock, o cualquier otra figura. Lo importante es entender que la naturaleza de este cambio invita a buscar un ícono que fije la idea de identidad y  que empieza con la diferenciación, la cual es fundamental para la delimitación del mundo interior y por ende del exterior. Para los chicos que no logran esto de manera fácil, sea por la causa que sea, el proceso de inicialización será la búsqueda de sustitutos paliativos de estos íconos o imágenes. El problema está en que al ser elementos de fácil acceso a su intimidad, en lugar de ser figuras integradas suelen ser momentáneas, por lo que a veces pueden ser, más que una ayuda, una dificultad más ante el desafío del cambio.  Como dice el Dr. Valentín Escudero: “También la adolescencia es un proceso familiar. Podríamos llamar “familia adolescente” a la familia que tiene un adolescente. Porque los cambios que experimenta el adolescente son cambios en todo el sistema familiar también. La familia ha de transformase en su conjunto: Las normas y rutinas de convivencia, los roles de autoridad y de decisión, la distancia emocional y el afecto físico, la distribución del espacio y el tiempo en el hogar. Y también hay una exigencia de cambio psicológico: las relaciones familiares cambian y las definiciones que hacen los padres sobre sí mismos como padres y como pareja se ven en ocasiones desafiada por la realidad de las nuevas relaciones que se producen ante la transformación de un hijo en su adolescencia”. Su vídeo “conectando con la adolescencia”, puede ser una ayuda muy buena para que los padres entiendan un poco mejor la tarea que llevamos a cabo en CEPFAMI respecto a los adolescente.   Ver vídeo aquí Imagen: omnia_mutantur via photopin cc

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