Malos hábitos para la salud mental

Todos somos lo que hacemos. Sí. Nuestros hábitos pueden ciertamente definirnos y esto es válido igualmente para nuestra salud mental.

Todos somos lo que hacemos. Sí. Nuestros hábitos pueden ciertamente definirnos y esto es válido igualmente para nuestra salud mental. Hace unos díás, la revista Time publicaba un artículo sobre los 12 peores hábitos para la salud mental, razón por la que queremos dedicar unos minutos para comentar aquellos que nos parecen que merecen una observación y que además pueden ser cambiados fácilmente.
  1. Caminar encorvado. Parece obvio pensar que la forma en la que caminamos refleja cómo nos sentimos. Sin embargo, estudios hechos por el Journal of Behavior Therapy and Experimental Psychiatry, sugieren que esto funciona también en el sentido inverso: la forma en que nos sentimos depende de cómo caminamos. Parece increíble pero el estudio demostró que a quienes se les pedía caminar con los hombros caídos, luego tendían a tener un mayor número de pensamientos negativos. ¿Qué tal si caminamos con más ánimos?
  2. Tomar fotografías de todo. Sí, de todo. Este hábito corresponde a aquellos que viven por y para actualizar su cuenta de Instragram y que podrían estar perdiéndose de muchas cosas valiosas. La revista Psychology Science citaba un experimento en el que dos grupos de personas visitaban un museo: al primer grupo se le permitía tomar fotografías de lo que observa mientras que al segundo no. Al final del recorrido, el segundo grupo pudo recordar con mayor facilidad lo que había vivido. El consejo: menos fotos para Instragram y más para nosotros mismos.

  3. No hacer suficiente ejercicio. Un artículo de JAMA Psychiatry revela que si eres físicamente activo durante 3 días a la semana, el riesgo de sufrir depresión disminuye un 19 %. El estudio hizo un seguimiento a más de 11.000 personas nacidas en 1958 y a quienes se siguió hasta cuando cumplieron los 50 años, registrando el nivel de actividad así como la presencia de rasgos depresivos. Los resultados demostraron que la gente con tendencia a estar más activa, tenía así mismo menos probabilidades de sufrir de depresión. Activarse es muy fácil. Venga, hazlo ya.
  4. Estás en una relación tóxica. Aunque lo vivas, es posible que no lo reconozcas porque la dinámica de la relación impide precisamente romper el ciclo negativo. La ansiedad y la depresión pueden estar originadas en el hecho de que la relación en la que te encuentras no es buena para ti. No es fácil corregir este hábito y es muy probable que necesites ayuda profesional para lograrlo. Sin embargo, lo que sí puedes hacer es intentar leer las señales relacionadas con la forma en la que tu relación influye sobre tu autoestima.
  5. No duermes. Probablemente has escuchado o leído que el sueño, y especialmente la falta del mismo, puede afectar tu salud en todos los niveles. Dormir es la forma en la que el cuerpo y la mente se regeneran a diario, por lo que es absolutamente clave que puedas identificar las razones por las que no duermes lo suficiente y que actués desde ya. No esperes más por favor.
  6. No puedes vivir si tu móvil. El artículo de Time nos hace una pregunta sencilla: ¿recuerdas la última vez que pasaste unas horas sin ningún dispositivo electrónico a tu lado? Si todavía estás intentanto pensar en este momento, puede ser que esto no sea una buena señal. Con el ejército de móviles, tablets y ordenadores que nos rodean; muchas veces resulta imposible escapar de la sobre estimulación, lo que termina afectando nuestra capacidad de descanso mental. Esto podría traducirse luego en tendencias cercanas a la depresión y a la ansiedad. La recomendación: fija una tregua electrónica para tu cerebro una vez a la semana. Un medio día puede ser suficiente.
  7. Quieres ser el rey/reina del multitask. Este hábito es quizás el más común dado los tiempos que corren y la multiplicación de tareas, responsabilidades e incluso distracciones. ¿Te suena estar viendo la tele y al mismo tiempo estar escribiendo un whatsap, leyendo la misma página del libro desde hace siglos y termnando eso que se quedó pendiente de la oficina? Varios estudios sugieren que la mayoría de personas creen que cuando están haciendo muchas cosas a la vez -multitasking- están siendo más eficientes. La realidad muestra exactamente lo contrario. Apaga la tele, deja el móvil a un lado y concéntrate en lo que estás haciendo. Verás como el estrés comienza a disminuir.
Puedes revisar el resto de hábitos, y por supuesto las recomendaciones para cambiarlos, en el artículo de Time. Los hábitos pueden definirnos pero también son la puerta al cambio.

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